Lo que tu contador no te dice: el costo silencioso de seguir con la CFE
En el Bajío, muchas empresas siguen dependiendo de la CFE como si fuera la única opción. Pero esa dependencia tiene un costo oculto: interrupciones inesperadas, variaciones de voltaje, tarifas que suben sin previo aviso, y una falta total de control sobre algo tan crítico como la energía.
1. La factura que no llega (pero que igual pagas)
No hablamos solo del costo mensual visible en tu recibo. Hablamos de:
Horas muertas por apagones
Equipos dañados por picos de tensión
Costos operativos de emergencia (planta de diésel, horas extra, retrasos)
Penalizaciones por paros de producción o incumplimientos con clientes
Una planta mediana en Querétaro puede perder entre $30,000 y $150,000 por un solo día sin energía, dependiendo del tipo de operación. Y eso no está en el recibo.
2. Las reglas no son tuyas (y cambian cuando menos lo esperas)
La CFE tiene el monopolio de distribución eléctrica en México. Y eso significa que:
No puedes negociar tu tarifa
No puedes garantizar estabilidad
No puedes planear a largo plazo sin sorpresas
En los últimos años, las tarifas industriales han tenido aumentos de hasta el 17% anual. Y cuando el suministro falla, la responsabilidad sigue siendo tuya.
3. El riesgo de quedarte parado mientras otros avanzan
Cada vez más empresas están migrando a energía solar y almacenamiento para no depender de un solo proveedor. Porque lo que está en juego no es solo el ahorro: es la independencia operativa.
Además, las empresas que usan energía renovable tienen ventajas reales:
Mejores calificaciones ESG
Ventaja en licitaciones
Cumplimiento con clientes internacionales que exigen energía limpia
4. Cómo saber si ya estás perdiendo dinero (sin saberlo)
Hazte estas preguntas:
¿Has tenido cortes de energía en el último trimestre?
¿Has tenido que reemplazar equipos dañados por fallas eléctricas?
¿Has dejado de entregar o producir por problemas eléctricos?
¿Tienes facturas con tarifas que varían sin explicación clara?
Si respondiste sí a una sola, ya estás pagando ese costo oculto.
5. Y ahora, ¿qué puedes hacer?
La solución no es renunciar a la CFE de golpe. Es tomar el control:
Con un sistema fotovoltaico + almacenamiento diseñado para tu operación
Que te permita consumir lo que generas, ahorrar lo que pagas y seguir operando si la red falla
Con monitoreo, soporte y un plan de recuperación de inversión claro
En Soluciones JSL llevamos a las empresas del Bajío a otro nivel de autonomía. Diseñamos soluciones reales, con datos, soporte y garantía.
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